Federico Marín lleva "paso a paso" la rehabilitación de su lesión ligamentaria. El alero no ahorró elogios para sus compañeros por cómo reaccionaron ante las adversidades. "Los chicos ratificaron que podían jugar sin nosotros", afirmó.
“Cuando el equipo está necesitado, uno se da manija para volver rápido e intentar dar una mano. Me ocurrió una vez en Belgrano de San Nicolás y finalmente en nada ayudé por apurar la recuperación más de lo debido. Por eso que el equipo esté así, me da tranquilidad para recuperarme bien”, sostuvo Federico Marín, el alero “milrayitas” que se reestablece de la rotura parcial del ligamento interno de la rodilla derecha.
“Estoy empezándome a mover. La recuperación parece lenta, pero en relación a cómo arranqué, veo mejoras día a día. Recién me sacaron la férula, pero todavía no hice nada de básquet, apenas algo de desplazamiento lineal, con muy poco impacto”, le contó el “Pájaro” a este medio.
“Hoy mi objetivo es recuperar la flexibilidad de la rodilla. Hoy puedo poner la pierna a 90°, pero el ideal es tratar de llegar a la cola con el talón. La otra cuestión importante es recuperar fuerzas y masa muscular”, explicó Marín.
“Ya tuve lesiones así. Jugando para La Unión de Formosa tuve la misma lesión en la otra rodilla en la Liga de las Américas porque se me cayó encima el mexicano Llamas. A las recuperaciones así lo mejor es llevarlas ‘a lo Mostaza’, paso a paso. Sí tengo un poco de ansiedad por recuperar la flexibilidad total de la rodilla porque me permitirá poder hacer otras muchas cosas, como entrenar en cancha con el preparador físico”, continuó.
El presente del equipo le quita presión a Marín para apurar su regreso. “Que el equipo esté así me da tranquilidad. A veces las cosas pasan para bien. Thorton y yo nos lesionamos en el mismo partido. Era mucho, veníamos los dos como los principales goleadores. Y ahí hubo un clic, los chicos ratificaron que podían sin nosotros y agarraron mucha confianza”, afirmó el “Pájaro”.
“Hoy veo al equipo con mucha confianza y unido como siempre. Era cuestión de laburar para encontrar la química que quería Leandro. Todo equipo necesita su proceso, pero yo le veía algo especial. Veía que trabajábamos bien, aunque eso nunca asegura algo. Pero muchos chicos estaban esperando su momento de dar el salto y pusieron la cara en un momento muy adverso. Todos tienen mérito, pero el de estos pibes es muy grande, pusieron todo”, elogió el alero.
“Cuando recupere la flexibilidad de la rodilla, podré volver a entrenar en cancha con el preparador físico. Calculo que ya en febrero podré entrenar básquet y recién a fines de ese mes podríamos ponerle una fecha tentativa a la vuelta. Pero estoy tranquilo, no quiero hacer algo que no deba”, finalizó.